La joven promesa bohemia tuvo un domingo con emociones distintas en el encuentro de la primera fecha de la Zona A del Torneo Federal A.
Por un lado, la alegría del gol del triunfo y, por otro, la impotencia de haber sido expulsado en una tarde en la que le pegaron por todos lados.
“Haber marcado es un gran envión anímico que nos sirvió para arrancar de la mejor manera. Decidí tocarla por abajo del arquero y gracias a Dios fue gol”, dijo Espejo.
Con respecto a la expulsión, aseguró que “son momentos del partido, me pegaron toda la tarde. Pero son decisiones que toma el árbitro y hay que respetarlas. El próximo partido tendré que alentar a mis compañeros desde afuera”.
Por último, expresó que “me sentí muy liberado porque disfruté mucho durante todo el partido. Espero que estos minutos y estos goles sumen para el futuro”.